viernes, 10 de enero de 2014

Bizcocho 3, 2, 1 (Un juego de niños)

Primera receta del año, así que Feliz Año Nuevo (aunque ya sea día 10 de enero). Ultimamente sigo cocinando aunque no publique tanto, un poco más tranquila por mi estado (de aquí a 5 semanitas aprox. llegará mi pequeñín), sigo metiéndome en la cocina y con ayudante y todo. Jejeje En esta receta mi peque ha sido el cocinero. Lo ha elaborado con thermomix, y le ha quedado un bizcocho riquísimo!!!

Es el bizcocho clásico de siempre, donde en vez de medir las cantidades pesando, las medimos con el vaso vacío de yogur. Admite mil variaciones, se puede hacer con yogures de distintos sabores, con chocolate, con canela, con manzana, pero la base es siempre la misma. Así que aquí os dejo la receta básica que hizo mi peque, que es la del bizcocho de limón de siempre. 



Ingredientes

3 huevos -L
1 yogur de limón (o del sabor que se prefiera)
1 medida (del yogur vacío) de aceite de girasol
2 medidas de azúcar
3 medidas de harina
1 sobre de levadura
Ralladura de piel de limón (Con yogur de macedonia y piel de naranja queda riquísimo también)




Preparación

Ponemos el horno a precalentar a 170º, calor arriba y abajo. Y engrasamos el molde elegido para nuestro bizcocho (yo con spray desmoldante, pero se puede hacer con mantequilla y harina como siempre).

En primer lugar ponemos en el vaso los huevos con las 2 medidas de azúcar. Y batimos a vel. 5 durante 2 min. A continuación añadimos el yogur, el aceite y la ralladura de limón. Batimos de nuevo a vel. 5 durante 30 segundos. Y por último, la harina y la levadura. Y batimos 1 min. a vel. 6. Cuando acabe, removemos muy bien con la espátula y vertemos en el molde ya preparado. 

Metemos al horno, a una altura media-baja (si el horno tiene 5 ranuras para la bandeja en la 2). Unos 40 min. Siempre, comprobando antes de sacar que esté bien hecho pinchando con un palillo, brocheta o punta de un cuchillo. 

Dejamos templar en el mismo molde sobre una bandeja de rejilla (yo utilizo la del horno, puesta sobre el seno del fregadero, para dejar hueco y que se enfríe más rápido. Una vez templado, desmoldamos sobre la misma rejilla y dejamos que termine de enfriar. 

Como casi todo en la repostería, está más bueno si lo hacemos por la tarde y nos lo comemos al día siguiente para desayunar, pero a veces no somos capaces de resistirnos, sino que se lo digan a mi hijo! Jejeje

Buen provecho!!! 





Fuente: Receta de toda la vida en casa.


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